Se refiere a las nociones comunes de calor o ausencia de calor. Es una de las magnitudes más utilizadas para describir el estado de la Atmósfera. De hecho, la información meteorológica que aparece en los medios de comunicación siempre incluye un apartado dedicado a este parámetro; la temperatura del aire varía entre el día y la noche, entre una estación y otra, y también entre una ubicación geográfica y otra, se pude llegar a estar bajo los 0 ºC y superar los 40 ºC en diferentes regiones del planeta.
Al contrario de otras cantidades termodinámicas como el calor o la entropía, cuyas definiciones microscópicas son válidas muy lejos del equilibrio térmico, la temperatura sólo puede ser medida en el equilibrio, precisamente porque se define como un promedio.
La temperatura está íntimamente relacionada con la energía interna y con la entalpía de un sistema: a mayor temperatura mayores serán la energía interna y la entalpía del sistema. La temperatura es una propiedad intensiva, es decir, no depende del tamaño del sistema, sino que es una propiedad que le es inherente y no depende ni de la cantidad de sustancia ni del material del que este compuesto.
Los átomos y moléculas en una sustancia no siempre se mueven a la misma velocidad. Esto significa que hay un rango de energía (energía de movimiento) en las moléculas. En un gas, por ejemplo, las moléculas se mueven en direcciones aleatorias y a diferentes velocidades - algunas se mueven rápido y otras más lentamente.
La temperatura es una medida del calor o energía térmica de las partículas en una sustancia. Como lo que se mide en sus movimientos medio, la temperatura no depende del número de partículas en un objeto y por lo tanto no depende de su tamaño. Por ejemplo, la temperatura de un cazo de agua que hierve es la misma que la temperatura de una olla de agua también en ebullición, a pesar de que la olla sea mucho más grande y tenga millones y millones de moléculas de agua más que el cazo.
Los valores de temperatura se perciben con facilidad. Cuando hace calor o cuando aumenta la temperatura del cuerpo, por fiebre, se siente calor y en el invierno se siente frío. Cuando se hierve agua, la temperatura aumenta y cuando se toma helado se siente que la temperatura baja.[1]
Temperatura ambiente[]
La temperatura ambiente es la que se puede medir con un termómetro y que se toma del espacio en que uno se desenvuelva, es decir, del medio ambiente. La temperatura puede variar mucho de un lugar a otro. Esto es debido a que una temperatura tomada en un ambiente tan frío como los Polos, donde los rayos del Sol apenas llegan, probablemente la temperatura sería bajo cero (si se mide en grados Fahrenheit o en Centígrados). Por lo mismo, si se toma la temperatura en un lugar cálido, como por ejemplo una zona cercana a la línea del Ecuador, donde los rayos del Sol llegan de forma directa, probablemente la temperatura sería bastante por encima del cero.
Temperatura del cuerpo[]
Nuestro cuerpo también tiene una temperatura. La temperatura normal de nuestro cuerpo no debe superar los 37º C (98º F). Cuando estamos enfermos, nuestro cuerpo nos avisa que algo no esta bien por medio de la fiebre, que es un aumento en la temperatura corporal por encima de lo que se considera normal. La fiebre surge en respuesta a unas sustancias llamadas pirógenas que se derivan de bacterias o virus que invaden el cuerpo.
En el caso de los niños mas pequeños, debido a que su sistema inmunológico es menos experimentado, sus fiebres pueden ser más elevadas de lo que son el los adultos.
El termómetro[]
Es el instrumento con el cual medimos la temperatura.
Inicialmente se fabricaron aprovechando el fenómeno de la dilatación, por lo que se prefería el uso de materiales con elevado coeficiente de dilatación, de modo que, al aumentar la temperatura, su estiramiento era fácilmente visible. El metal base que se utilizaba en este tipo de termómetros ha sido el mercurio, encerrado en un tubo de vidrio que incorporaba una escala graduada.
El creador del primer termoscopio fue Galileo Galilei; éste podría considerarse el predecesor del termómetro. Sanctorius incorporó una graduación numérica al instrumento de Galilei, con lo que surgió el termómetro. La escala térmica más usada en la mayoría de los países del mundo es la centígrada (° C), también llamada Celsius desde 1948, en honor a Anders Celsius. En esta escala, el cero (0 ° C) y los cien (100 ° C) grados corresponden respectivamente a los puntos de congelación y de ebullición del agua.
Otra escala termométricas es la Fahrenheit (° F), propuesta por Gabriel Fahrenheit, siendo la unidad de temperatura en el sistema anglosajón. Es utilizado principalmente en Estados Unidos.[2]